La primera
ronda de la Copa Mundial de la FIFA Corea/Japón 2002 se convirtió en el fiel
reflejo de un panorama futbolístico cambiante, con inesperados resultados y
sorpresas varias que nos hicieron vibrar de emoción desde sus primeros
compases. Sin embargo, finalmente fueron dos selecciones muy conocidas,
Alemania y Brasil, quienes disputaron el encuentro que otorga la corona del
fútbol mundial. La selección sudamericana venció y se adjudicó nada menos que
su quinta Copa Mundial de la FIFA, una hazaña sin precedentes en la historia de
la competición.
Ronaldo, que
cuatro años antes había sufrido una célebre y nefasta final, fue el héroe de la
Seleçao y el autor de los dos tantos en su victoria por 2-0. Además, el
brasileño consiguió un total de ocho goles en el torneo, la cuenta más abultada
en una Copa Mundial de la FIFA desde los diez tantos de Gerd Müller en México
70.
Aluvión de
sorpresas desde el primer minuto
El partido
inaugural marcó el tono general de la fase de grupos. Senegal, la debutante
africana, conmocionó a Francia, defensora del título, con una impresionante
victoria por 1-0. Les Bleus no lograron recuperarse de aquella derrota, y tras
no marcar ni un sólo gol en sus encuentros del Grupo A, fueron incapaces de
clasificarse para la siguiente ronda. Los franceses sufrieron la mayor de las
decepciones pero los senegaleses realizaron un maravilloso partido, así como un
estupendo torneo. Los Leones de Teranga pasaron a la fase siguiente y
derrotaron a Suecia con un gol de oro. Pero la misma muerte súbita que les
había dado el pase a cuartos, les arrebató la clasificación para semifinales
cuando un tanto de Turquía zanjó el partido entre ambas selecciones.
También el
Grupo D se convirtió en el escenario de un tremendo revés: Estados Unidos se
estrenó en el torneo humillando a una de las favoritas, Portugal, con una
victoria por 3-2. Aunque la Generación de Oro del fútbol portugués se resarció
venciendo a Polonia, cayó ante la República de Corea, la otra gran sorpresa del
grupo. Así se produjo el repentino e inesperado regreso a casa de otra gran
potencia europea.
Europa clamó
venganza en el que se denominó "Grupo de la Muerte", donde Inglaterra
y Suecia se clasificaron en detrimento de la poderosa Argentina y de la siempre
peligrosa Nigeria. Sin duda, el encuentro más esperado de toda la fase de
grupos fue el partido de la revancha entre Argentina e Inglaterra, disputado en
Sapporo (Japón). El capitán inglés David Beckham, expulsado durante la misma
contienda en Francia 98, logró ahuyentar sus fantasmas con un lanzamiento de
penalti que se convertiría en el único gol de la siempre fascinante
confrontación entre ambas selecciones. Argentina, la gran favorita de muchos
aficionados desde la fase de clasificación para el campeonato, sólo obtuvo un
empate ante Suecia en su último partido y pasó a engrosar la lista de grandes
nombres que sacaron el billete de vuelta antes de lo que cualquiera hubiera
imaginado.
Los fantásticos
resultados de las dos coanfitrionas
Aunque las
fases eliminatorias siguieron un curso mucho más normal que la ronda de grupos
inicial, la coanfitriona República de Corea intentó por todos los medios
mantener vivo su sueño. En octavos de final, los coreanos se enfrentaron a la
gloriosa Italia en un vibrante partido en el que se impusieron por un increíble
2-1, gracias al gol de oro de Ahn Jung Hwan. Pero, lo más sorprendente estaba
por llegar: su victoria por penaltis en cuartos de final ante una de las
selecciones europeas de más prestigio y excelencia, España.
Ni siquiera
su derrota por 1-0 en la semifinal a manos de Alemania, consiguió ensombrecer
el increíble entusiasmo de la afición coreana, que al final de cada partido y
también durante su celebración inundaba las calles hasta convertirlas en una
gran "marea roja". En esta primera Copa Mundial de la FIFA celebrada
en el continente asiático, la otra anfitriona, Japón, también disfrutó al
máximo de su propia fiesta. Gracias al frenesí de los aficionados
"azules", los japoneses alcanzaron su primera victoria en una fase
final. El hecho de que obtuvieran tres puntos contra la veterana y experta
selección rusa es una prueba del impresionante desarrollo que ha experimentado
el fútbol en Extremo Oriente.
Una
formidable Turquía eliminó a los japoneses en la segunda ronda del camino hacia
las semifinales. La selección de Europa Oriental, impredecible hasta ese
momento, ya había mostrado su enorme potencial en su primer encuentro, aunque
éste se saldara con la victoria de Brasil por 1-2. Un gol de Rivaldo en los
últimos compases del partido otorgó el triunfo a la selección brasileña, que a
pesar de acabar campeona, en ningún momento se mostró superior a una selección
turca que hizo todo un alarde de poderío físico y técnico.
Turquía se
había colado en la fase siguiente a expensas de Costa Rica, por diferencia de
goles, y eliminó a Japón y posteriormente a Senegal, la gran favorita del
público. Al final, cayó ante Brasil en un partido muy igualado que finalizó con
el resultado de 1-0.
Alemania se
abre camino hasta la final
A decir
verdad, Alemania no se encontraba en la lista de las grandes favoritas antes
del inicio del torneo a pesar de su larga tradición y prestigio en el
campeonato. No obstante, fiel a su habitual efectividad, se anotó tres
victorias consecutivas por 1-0 ante sus rivales en las eliminatorias y se hizo
con plaza para disputar la séptima final de su historia.
En primer
lugar, se encargó de derrotar a Paraguay por 1-0 gracias una jugada de Oliver
Neuville en el minuto 88. A continuación, Alemania eliminó a la sorprendente
selección de Estados Unidos gracias al gol en la primera mitad del partido con
el que Michael Ballack aumentaba su cuenta particular en el campeonato. Además,
los alemanes seguían aprovechando la excelente forma del guardameta Oliver
Kahn. Posteriormente, llegó el encuentro de semifinales ante la República de
Corea, donde supo mantener el control del partido que caracteriza el fútbol
germano, incluso bajo la presión de la numerosa afición local. De nuevo, Kahn
demostró que es el guardameta más importante del mundo, y Ballack volvió a
marcar el único gol de Alemania. Sin embargo, las tarjetas que vio el
centrocampista durante el partido impidieron que la selección europea pudiera
disfrutar de su máximo goleador y más inspirado jugador en la gran final.
Irónicamente,
tuvo que ser el hasta la fecha, impecable Kahn, quien le regalara a Ronaldo su
primer y decisivo tanto de la final. No obstante, a los pocos minutos, "el
Fenómeno" y sus compañeros brasileños demostraron que no necesitan ningún
error para proclamarse, con comodidad, la mejor selección de fútbol del
planeta. Una internada de Kleberson y un brillante amago de Rivaldo abrieron el
espacio que Ronaldo necesitaba para colocar el balón con facilidad en el fondo
de la meta de Kahn.
Después de
todo un mes cargado de pasión, de héroes inusitados y de víctimas todavía más
inesperadas, el campeonato concluyó con uno de los finales más habituales: los
jugadores de "la Canarinha" izaron el trofeo de la Copa Mundial de la
FIFA. Con su quinto título mundial, obtenido en esta edición asiática del
torneo, Brasil ha realizado la extraordinaria proeza de haber ganado la Copa
Mundial de la FIFA en todos y cada uno de los continentes que han albergado el
certamen.
Resumen de
datos
Equipos: 32
Cuándo: 31
mayo 2002 hasta 30 junio 2002
Final: 30
junio 2002
Partidos: 64
Goles: 161
(promedio de 2.5 por partido)
Asistencia:
2705197 (promedio de 42268)
Ganador:
Brasil
Segundo:
Alemania
Tercero:
Turquía
Cuarto:
República de Corea
Balón de Oro
de adidas: Oliver KAHN (GER)
Bota de Oro
de adidas: RONALDO (BRA)
Premio
Yashin para el Mejor Portero: Oliver KAHN (GER)
Mejor
Jugador Joven: Landon DONOVAN (USA)
Premio Fair
Play de la FIFA: Bélgica
Premio FIFA
para el equipo más atractivo: República de Corea
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