México fue
la sede de la decimotercera Copa Mundial de la FIFA y se convertía así en el
primer país que organizaba la competición en dos ocasiones. Sin embargo, si los
mexicanos se adjudicaron el campeonato fue sólo tras la renuncia de Colombia,
la primera opción, que, en 1983 anunció que no podía hacer frente a la
organización del torneo de fútbol más importante del mundo.
A pesar de
que una serie de terribles terremotos precedieron al Mundial, los estadios no
se vieron afectados, por lo que se decidió seguir adelante con los
preparativos.
Brasil quedó
eliminada en cuartos de final, en la tanda de penaltis, ante Francia, que, a su
vez, se despidió de la competición en las semifinales, al caer derrotada ante
Alemania Occidental.
Maradona,
que marcó dos goles contra Inglaterra (uno con la mano, que el argentino
calificó, orgulloso, de "mano de Dios", y el otro, uno de los mejores
tantos de la historia) y otros dos contra Bélgica, puso a Argentina en la
final, donde la albiceleste venció a Alemania Occidental por 3-2, ante la
presencia de los 115.000 espectadores que abarrotaban el estadio Azteca.
Maradona,
todo un espectáculo:
Un durísimo
golpe en forma de violento terremoto, que acabó con la vida de 20.000 personas,
estuvo a punto de privar a los mexicanos de la celebración que tanto tiempo llevaban
esperando, pero, al final, decidieron seguir adelante.
La
decimotercera Copa Mundial de la FIFA terminó con la consagración de Argentina
y de su principal organizador, Diego Armando Maradona. Francia, por su parte,
tras una brillante actuación frente a Italia y después de que su juego
alcanzara cotas extraordinarias ante los brasileños, vio interrumpida su
trayectoria en las semifinales, a manos de Alemania, igual que en 1982.
Veinticuatro
selecciones participaron en la fase final, como ya ocurriera cuatro años antes
en el Mundial de España. Sin embargo, esta vez fue diferente, ya que en la
segunda ronda se aplicó el sistema de eliminación directa. Al quedar fuera tan
sólo ocho equipos, la fase inicial deparó muy pocas sorpresas. La primera de ellas,
no obstante, la protagonizó Marruecos, que se convirtió en el primer país
africano que se clasificaba para la segunda ronda de una fase final de la Copa
Mundial de la FIFA.
Como ya
había ocurrido en 1982, los franceses se ganaron muchos adeptos gracias a su
espectacular juego, y su legendario y universalmente admirado centro del campo
de cuatro hombres, formado por Platini, Giresse, Tigana y Fernández, causó
estragos incluso entre las defensas mejor organizadas.
La campeona
del mundo cae derrotada ante Francia
Los galos
pusieron de manifiesto su gran clase al desbancar a Italia, campeona del mundo
vigente, en su partido de la segunda fase (2-0), antes de derrotar a Brasil, en
Guadalajara (con algo de suerte, pero con una gran dosis de talento), en uno de
los mejores encuentros de todos los tiempos.
Los hombres
de Tele Santana tiraron dos veces al palo y desbordaron con frecuencia a Michel
Platini y a su equipo, que acabó ganando gracias a la gran actuación de su
portero, Joel Bats (entre otras hazañas, le paró un penalti a Zico a 12 minutos
del final).
Después de
imponerse en una tanda de penaltis de infarto (1-1 al final del partido y 4-3
después de los penaltis), Francia se plantó en las semifinales, donde, como ya
ocurriera cuatro años antes en España, sus sueños de gloria mundialista
quedaron frustrados por un combinado alemán que llegó al encuentro más
descansado.
Alemania,
eterna participante en las finales, volvió a tropezar en el último obstáculo.
En 1982 había quedado eliminada por la Italia de Paolo Rossi y, esta vez, se
vio superada por muy poco (3-2) por la Argentina de Diego Armando Maradona, que
se encontraba en plena forma tras derrotar por 2-0 en las semifinales a una
aguerrida selección belga. La victoria de Argentina fue tan merecida como
inesperada, ya que el país contaba con un combinado sólido, pero falto de
inspiración.
La maestría
de Maradona prácticamente bastó para que su país se alzara con el trofeo
mundial. Como no podía ser de otra forma, su brillante juego y sus proezas ante
la meta contraria (cinco goles) le reportaron el título de Mejor Jugador del
Torneo.
La única
mancha en su expediente tuvo lugar en cuartos de final, contra Inglaterra,
cuando marcó un gol con la mano. Un hecho aislado que no fue suficiente para
empañar la fiesta en Argentina, donde treinta millones de personas salieron a
la calle para celebrara la victoria definitiva.
Resumen de
datos
Equipos: 24
Cuándo: 31
mayo 1986 hasta 29 junio 1986
Final: 29
junio 1986
Campeón:
Argentina
Sub Campeón:
República federal Alemana
Partidos: 52
Goles: 132
(promedio de 2.5 por partido)
Asistencia:
2394031 (promedio de 46039)
Tercero:
Francia
Cuarto:
Bélgica
Balón de Oro
de adidas: Diego MARADONA (ARG)
Bota de Oro
de adidas: Gary LINEKER (ENG)
Mejor
Jugador Joven: Enzo SCIFO (BEL)
Premio Fair
Play de la FIFA: Brasil
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