Cuatro años
después del frenesí vivido en el estadio de Maracaná, el trofeo Jules Rimet
volvió a Europa, al ambiente mucho más tranquilo de Suiza. Sin embargo, el
terreno de juego fue escenario de un espectáculo apasionante. Los abultados ...
Hungría era
la gran favorita. En su alineación aparecían los nombres de Puskas, Bozsik,
Kocsis y Hidegkuti, un equipo que no había conocido la derrota en 28 partidos
internacionales y que se había colgado la medalla de oro en los Juegos
Olímpicos. Sin embargo, después de la tristemente famosa "Batalla de
Berna" contra Brasil, que se saldó con tres jugadores expulsados y una
auténtica pelea en los vestuarios entre los miembros de ambos equipos, los
húngaros perdieron el norte.
En el
partido de la final contra Alemania, a la que ya había derrotado previamente
con un 8?3, la selección húngara acabó perdiendo por 3-2, a pesar de haber
mantenido una ventaja de 2 a 0 en el marcador.
Representación
mundial
En 1954, la
Copa Mundial de la FIFA que se celebró al pie de los Alpes suizos escaló
nuevas cumbres. En la fase de clasificación participaron más países que en
cualquier Mundial anterior. Con la fundación de la Confederación Asiática de
Fútbol (AFC) en 1954, la Copa Mundial de la FIFA también incluyó a las
selecciones nacionales de Corea y Japón. Con ellas, y con la inclusión de la
selección de Egipto, este evento deportivo asumió una auténtica representación
mundial.
En la fase final participaron 16 selecciones, tres más de las que
habían participado cuatro años antes en Brasil. Latinoamérica estaba
representada por Uruguay, Brasil y México. Por parte de Asia se clasificó Corea
(el primer equipo asiático clasificado para una fase final había sido el de las
Indias Holandesas Orientales, en 1938).
Las selecciones europeas que pasaron a
la fase final fueron Alemania, Austria, Bélgica, Checoslovaquia, Escocia,
Francia, Hungría, Inglaterra, Italia, Suiza, Turquía y Yugoslavia. La cantidad
de selecciones que podían clasificarse para la fase final permaneció inalterada
hasta la Copa Mundial de la FIFA de 1982, celebrada en España, en la que se
aumentó la cifra a 24.
Los mágicos
magiares
La calidad
del fútbol que se presenció en las cinco sedes de la Copa Mundial de la FIFA de 1954 (Basilea, Berna, Lausana, Zúrich y Ginebra) alcanzó cimas de vértigo.
En 26 partidos se marcó el increíble total de 140 goles, lo que arroja un
promedio de 5,38 goles por encuentro.
Ni que decir tiene que este récord de goles
en una fase final del Mundial se ha perpetuado hasta hoy en día. La selección
húngara, medalla de oro en los Juegos Olímpicos celebrados dos años antes, e
imbatida desde mayo de 1950 (31 partidos: 27 victorias y 4 empates), era la
indiscutible favorita.
La selección de "los mágicos magiares", que
contaba en sus filas con Ferenc Puskas, Jozsef Boszik y Sandor Kocsis, hizo
gala de su gran clase desde el comienzo de esta quinta Copa Mundial de la
FIFA: aplastó a Corea con un rotundo 9-0 y se impuso por 8-3 a una selección
alemana que a todas luces se encontraba muy por debajo de sus posibilidades.
Hungría,
todavía en racha, venció a Brasil (4-2) en un electrizante partido de cuartos
de final que terminó a golpes en los vestuarios, con jugadores, entrenadores y
representantes de las dos delegaciones enzarzados en una auténtica batalla
campal.
Las
sorpresas llegaron de la mano de otros dos equipos europeos. Suiza dio la
primera: tras derrotar a Italia y convertirse en la artífice de su
"humillante" eliminación en la primera ronda de la competición, cayó
ante Austria en una refriega épica (5-7, otro récord). Alemania, que había
recorrido con aplomo el camino hasta la final, en la que se encontró de nuevo
con los húngaros, sus conquistadores de la primera ronda, fue la protagonista
de la segunda sorpresa. Los aficionados esperaban asistir también en esta
ocasión a todo un espectáculo de magia húngara. De hecho, Hungría consiguió con
dos goles tomar la delantera en el marcador.
Durante diez inolvidables minutos los
alemanes lucharon hasta conseguir el empate, pero lo mejor del partido estaba
todavía por llegar. Después de que un disparo húngaro se estrellara en el poste
de la portería contraria, Helmut Rahn marcó para Alemania el gol de la victoria
a tan sólo seis minutos del final del partido, en una jugada en la que el
guardameta húngaro, Gyula Grosics, resbaló en el césped mojado cuando se
disponía a hacerse con el balón.
El estadio Wankdorf de Berna se convirtió así,
el día 4 de julio de 1954, en el escenario de una de las mayores sorpresas que
jamás haya deparado un Mundial.
Como ya la historia se ha encargado de
demostrar, esta Copa Mundial de la FIFA fue la piedra angular sobre la que
Alemania fundó sus futuros éxitos futbolísticos.
Resumen de
datos
Equipos: 16
Cuándo: 16
junio 1954 hasta 04 julio 1954
Final: 04
julio 1954
Campeón:
Alemania
Sub Campeón:
Hungria
Partidos: 26
Goles: 140
(promedio de 5.4 por partido)
Asistencia:
768607 (promedio de 29561)
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