La decisión
de la FIFA de celebrar la primera Copa Mundial de la FIFA en Uruguay no
suscitó el entusiasmo general, ya que Europa estaba inmersa en una crisis
económica y la participación en un Mundial celebrado en otro continente hacía
necesario un largo desplazamiento por mar. Además, para algunos clubes suponía
no poder contar con sus mejores jugadores durante dos meses, un problema que
todavía existe en la actualidad.
La
organización de la primera Copa Mundial de la FIFA fue muy diferente de las
actuales: no hubo fase clasificatoria, las trece selecciones participantes
fueron invitadas por la organización y el sorteo se celebró cuando todos los
equipos ya se encontraban en Uruguay.
Francia se
enfrentó a México en el partido de apertura y logró una victoria por 4-1, pero
la primera final de una Copa Mundial enfrentó a la selección anfitriona y a sus
vecinos de Argentina. Tras ir perdiendo por 2-1 al final de la primera mitad,
Uruguay logró imponerse por 4-2 y adjudicarse la copa diseñada por el escultor
francés Abel Lafleur.
La primera
Copa Mundial de la FIFA y las primeras leyendas del fútbol
Aunque el
fútbol nació oficialmente en 1904 con la fundación de la FIFA, no fue hasta
1924 y los Juegos Olímpicos de París cuando alcanzó realmente proyección
internacional. Allí, por primera vez, equipos de otros continentes se
enfrentaron a las selecciones europeas. El torneo tuvo un éxito sin
precedentes: 50.000 espectadores acudieron a la final, que terminó con la
victoria de Uruguay sobre Suiza.
Sin embargo, en 1928, muchas naciones
decidieron no asistir a los Juegos Olímpicos de Amsterdam, y quedó claro que
había llegado el momento de crear un torneo de fútbol independiente,
especialmente a la vista del crecimiento del fútbol profesional. El 26 de mayo
de 1928, en Amsterdam, el congreso de la FIFA votaba el nacimiento de un nuevo
torneo, que se organizaría en 1930 y estaría abierto a todos los países
miembros.
El 18 de mayo de 1929, el congreso de Barcelona decidió que Uruguay
sería la primera nación anfitriona de una Copa Mundial de la FIFA.
En su
calidad de campeona olímpica, y en vista de que en 1930 se celebraban los cien
años de su independencia, se consideró apropiado elegir a Uruguay como nación
organizadora del primer torneo. Aunque la noticia fue acogida con agrado en
todo el mundo futbolístico, muchos países europeos se mostraron reticentes a
cruzar el Atlántico, un viaje largo, agotador y costoso, por lo que un gran
número de federaciones europeas incumplió su promesa de participación. Dos
meses antes de la fecha prevista para el inicio del torneo, ninguna nación
europea había confirmado su asistencia. Gracias a los esfuerzos personales de
Rimet, por lo menos cuatro delegaciones partieron el 21 de junio de 1930 desde
Villefranche-Sur-Mer: Bélgica, Francia y Rumanía viajaron en el navío
"Conte Verde", mientras Yugoslavia lo hizo en el "Florida".
Llegaron a Río de Janeiro el 29 de junio y, finalmente, recalaron en Montevideo
el 4 de julio.
Un rotundo
éxito deportivo
La primera
Copa Mundial de la FIFA sólo atrajo a trece naciones: cuatro europeas, ocho
latinoamericanas y un equipo representante de Estados Unidos. Sin embargo,
sobre el terreno de juego, la calidad del fútbol desplegado fue muy alta y,
aunque el público esperaba ver un dominio del fútbol sudamericano, los europeos
no fueron meros comparsas, como lo atestigua el caso de Francia, que venció a
México por 4-1 y a punto estuvo de vencer a Argentina, tras una épica batalla,
aunque cayó derrotada por 1-0. El colegiado, que había pitado el final del
partido seis minutos antes, finalmente, y tras numerosas protestas, hizo volver
a los jugadores al terreno de juego, aunque algunos de ellos ya estaban en la
ducha.
Primera
final, primera leyenda
Unos días
más tarde, en el espectacular estadio del Centenario (con capacidad para
100.000 espectadores), saltaban chispas mientras la hinchada local esperaba
para presenciar la final sudamericana entre Uruguay y Argentina. En el
descanso, los uruguayos perdían por 2-1, pero lucharon hasta la extenuación
para lograr tres goles y terminar venciendo por 4-2. El Presidente de la FIFA,
Jules Rimet, entregó el trofeo "Victoire aux Ailes d'Or", una estatua
de 30 cm de altura, fabricada en oro y con un peso de 4 kg, al capitán
uruguayo, José Nazassi. Las celebraciones se prolongaron en Montevideo durante
varios días y varias noches y el día después de la victoria, el 31 de julio, se
decretó fiesta nacional. ¡Ya estaba en marcha el torneo más prestigioso del
fútbol mundial y había quedado oficialmente proclamado el carácter universal de
este deporte!
SÍNTESIS DEL
TORNEO
Campeón
mundial: Uruguay.
Países
miembros de la FIFA: 46.
Países en la
eliminatoria: Ninguno; torneo por invitación.
Sede:
Montevideo, Uruguay.
Países
participantes: 13.
Partidos
jugados: 18.
Jugadores
participantes: 189.
Goles
anotados: 70 (promedio: 3,89 por partido).
Primer gol
de los Mundiales: Lucien Laurent (Francia) contra México.
Gol más
rápido: 50 segundos, del rumano Adalbert Desu ante Perú.
Penales:
Cuatro (uno anotado y tres errados).
Mejor
ataque: Argentina (18 goles en 5 juegos; promedio: 3,6 por juego). Bélgica y
Bolivia no anotaron goles.
Mejor
defensa: Uruguay (3 goles en 4 juegos; promedio: 0,75 por juego).
Goleador del
torneo: Guillermo Stábile, Argentina (8 tantos).
Total de espectadores:
434.500 (promedio: 24.139 por partido).
EQUIPO IDEAL
DE 1930
Sistema de
juego: 1-2-3-5.
Portero:
Enrique Ballesteros (Uruguay).
Defensas:
José Nasazzi (Uruguay) y Milutin Ivkovic (Yugoslavia).
Volantes:
José Leandro Andrade (Uruguay), Luis Monti (Argentina) y Juan Evaristo
(Argentina).
Delanteros:
Héctor Scarone (Uruguay), Manuel Ferreira (Argentina), Guillermo Stábile
(Argentina), Pedro Cea (Uruguay) y Victorino Santos Iriarte (Uruguay).
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