Melgar está a dos párrafos para concluir el segundo capítulo
más importante en sus cien años de historia. El cuadro rojinegro quiere
rememorar una fiesta que paralizó Arequipa hace 34 años, cuando por primera vez
se coronó campeón del fútbol peruano.
Los protagonistas han cambiado, pero el contexto es el
mismo. El dream team que encabeza el técnico Juan Reynoso, tiene que hacerle
frente al equipo rimense y al centralismo que es más evidente cuando en la
definición de un título involucra a un club de Lima y otro de provincia.
Pero la hora de la verdad se va acercando. Todos los dimes y
diretes que se ha escuchado estos días quedarán al margen cuando el árbitro
Diego Haro pite el inicio del primer partido que se jugará este domingo a las
3.30 p.m. en el añejo Nacional.
Desde el punto de vista futbolístico, Melgar llega
fortalecido tras eliminar con autoridad a Real Garcilaso, al que derrotó en
Arequipa (1-0) y en Cusco (4-0). Esos resultados fueron una inyección anímica
que puede ser clave para obtener un resultado positivo en la primera final.
La misma confianza no se respira en tienda celeste, quienes
terminaron el Torneo Clausura con el corazón en la boca y con un rendimiento
colectivo que se agravó con la ausencia del volante Carlos Lobatón, quien no
jugará ante el equipo arequipeño.
Sin embargo, es inevitable hablar de aspectos que podrían
perjudicar los intereses “characatos”. Como aquel glorioso 1981, es más que
seguro que la mayoría de las tribunas del Nacional dejarán aflorar le peor de
su antipatía por un equipo, que por su propia identidad tuvo, tiene y tendrá
anticuerpos en Lima.
Tácticamente se espera un dominó ordenado en defensa y
apelando a la velocidad de Omar Fernández, la experiencia de Ysrael Zúñiga y el
olfato goleador de Bernardo Cuesta para tratar de superar a su antagonista a
través de contraataques.
La tarea no será sencilla. Pese a que Cristal no podrá
alinear a Lobatón, cuenta con el plantel más amplio del campeonato y ahora
último, con las piernas hábiles y sobre todo jóvenes de Da Silva quien no
dudará al momento de encarar a Villamarín o Lampros.
Hay muchas cosas de por medio, mucha historia en juego. El
Cristal vs. Melgar es más que una final, es un duelo que socialmente enfrenta a
la rebelde Arequipa con Lima y que sin duda, le brinda un ingrediente y sabor
especial a un choque que tendrá sus primeros 90 minutos en el Nacional, ese
escenario que vio dar la vuelta olímpica en enero de 1982.
Fuente: Los Deportivos Arequipa
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