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5 de enero de 2017

Cambio de hábitos: en duración, intensidad y objetivos, las pretemporadas no son lo que eran

La preparación de los planteles dejó atrás las jornadas sobre la arena o las sierras para darles prioridad a los trabajos que incluyen la pelota y buscan un fondo de resistencia sin resignar velocidad

Las pretemporadas en el fútbol argentino ya no son lo que eran antes. Aquellos trabajos arduos en la arena o los trotes prolongados y con cuestas en las sierras, en general en Mar del Plata y en Tandil, respectivamente, y las reuniones de futbolistas en el tradicional balneario 12 de Punta Mogotes son postales del pasado reciente.

"Lo que cambió fundamentalmente es el tiempo que uno tiene para desarrollar una pretemporada en la Argentina. Todos los equipos tenemos cuatro semanas antes de volver a competir. Las primeras dos son más intensas, en la tercera aparecen los amistosos y la cuarta es la semana previa al regreso a la competencia", explica en diálogo con la nacion el preparador físico de uno de los grandes protagonistas del fútbol argentino, que prefiere el anonimato. Y amplía: "No es temporada normal, de entre seis y ocho semanas de trabajo, y encima en los equipos grandes no existen los amistosos, y si no salís bien parado de esos partidos, se complica el comienzo de año".

A diferencia de lo que ocurría hace 20 años, cuando los trabajos de fuerza, resistencia y los técnicos-tácticos con pelota estaban claramente identificados y separados en cada jornada, ahora los equipos hacen un mix, en el que la pelota aparece desde el primer día de la pretemporada. El trabajo va hacia el modelo o sistema de juego que el entrenador quiere plantear.

Aquellas mañanas o tardes en donde los futbolistas corrían junto al mar, o trotaban 10, 12 o 15 kilómetros, o bien escalaban una sierra, no existen más. "Cada vez vamos para mejor, acompañando desde lo físico la evolución del futbolista actual. Recuerdo cómo se trabajaba 20 años atrás y hoy ni de casualidad los sacaría a correr 20 kilómetros, porque con la reducción de tiempos, ¿cómo hacés para sacarles a los jugadores esa carga antes de la reanudación del campeonato? Es imposible", evalúa el profesional.

"La fuerza, la velocidad y la resistencia las vamos metiendo dentro de ese trabajo sobre el modelo de juego. Correr distancias es un gran trabajo de fibras lentas, pero hoy el futbol utiliza fibras rápidas. Entonces, hago un jugador resistente a través de las fibras rápidas. Vos podés hacer un tipo resistente mandándolo a hacer 10kms. ¿Tardás una hora?, OK. Es una posibilidad. Pero esa misma hora la podés utilizar haciendo 15 segundos de esfuerzo, por 15 de pausa. Y en esos 15 segundos de esfuerzo se ve a un jugador mucho más rápido. Igual de resistente, pero más rápido, más deportivo, más dinámico. Si no, en lugar de un futbolista, estoy preparando a un maratonista, y sus movimientos en el campo de juego serán más lentos", explica el profesor.

Lo fundamental es adaptarse a la evolución que ha tenido el fútbol y la ciencia en los últimos años. Aporta el preparador físico: "Ningún futbolista está corriendo los 90 minutos del partido. Hoy todo es aceleración, pausa, freno, pique, pausa, giro, pausa. Por eso hacemos trabajos que les permita estar más ágiles, más elásticos."

Otro foco fundamental es el terreno en donde se hacen los trabajos. El estado del campo de juego de los diferentes escenarios que se proponen en cada club para la pretemporada es clave en la elección. Por eso, por ejemplo, Boca elige el complejo de la AFA en Ezeiza, como hizo en el receso invernal, y Vélez prioriza su Villa Olímpica. Por lo mismo, sumado al suculento ingreso económico que recibirá, River viajará a un campus de la Florida, en Estados Unidos, donde disputará la Florida Cup junto a Estudiantes de La Plata, Millonarios (Colombia) y San Pablo (Brasil). En caso de avanzar, podría chocar con Vasco da Gama (Brasil), Barcelona (Ecuador) o Corinthians (Brasil).

Frente a este escenario también mutan aspectos tradicionales del verano argentino. El equipo que conduce Marcelo Gallardo sólo pisará Mar del Plata para enfrentar a Aldosivi (25 de enero) y a Boca (28), en el estadio Mundialista. Y el conjunto xeneize apenas caminará las calles de la ciudad Feliz siete días, en los cuales jugará con Estudiantes (21/1), San Lorenzo (24/1) y el superclásico.

Intereses turísticos y políticos incidirán en la elección de otras locaciones, tal vez inadecuadas para la época. Boca y Atlético Tucumán se verán las caras el 17 de enero, en Salta, cuya temperatura máxima del mes acaricia los 40 grados.


Fuente: La Nación Deportes

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