Traductor

9 de julio de 2013

Sueño Iraqui

Más de 1.000 kilómetros separan Trebisonda de Bagdad, pero estos días el fútbol ha acercado más que nunca la metrópolis turca a la capital Iraquí. La alegría y la emoción han desbordado las orillas del mar Negro, y bañan ya las del Golfo Pérsico. 

Para sorpresa de muchos, los jóvenes Leones de Mesopotamia disputarán por primera vez en su historia las semifinales de una Copa Mundial de esta categoría, un hito que arroja un rayo de esperanza en el complicado presente del pueblo Iraquí.

Concentrados en la bulliciosa ciudad de Trebisonda, los pupilos del seleccionador Hakeem Shakir se preparan a conciencia para su duelo del miércoles 10 de junio contra Uruguay en el estadio Huseyin Avni Aker. Los jugadores tratarán de pensar única y exclusivamente en el partido. Nada debe distraerles de su objetivo de meterse en la final.

"Queremos seguir adelante en el torneo, y nuestro máximo deseo es ser campeones del mundo", afirma el defensor Ali Adnan. "Los últimos resultados, así como el nivel exhibido, demuestran que el fútbol Iraquí está en plena forma. Nuestra cantera está formando grandes talentos", añade. Y eso no es todo: en la vibrante tanda de penales de cuartos de final en la que se impusieron a la República de Corea, los Iraquíes se metieron en el bolsillo a la afición turca y se convirtieron además en héroes de su país.

Un logro histórico
Sus compatriotas celebraron el triunfo sobre su rival asiático cantando y bailando en las calles de las principales poblaciones Iraquíes hasta bien entrada la noche. Todos parecieron olvidar, al menos durante unas horas, sus problemas cotidianos. Ni siquiera los expertos contaban con semejante derroche de fortaleza por parte del combinado Iraquí en esta Copa Mundial Sub-20, algo que ha llenado de orgullo y felicidad a sus seguidores.

"El partido contra los surcoreanos ha sido el más bonito de toda mi carrera. Le dedicamos la victoria al pueblo Iraquí, al cual le debemos mucho, porque sin su apoyo no habríamos llegado hasta aquí. Además, estoy encantado de haber contribuido directamente a un triunfo que ha hecho felices a tantos compatriotas míos", nos cuenta Farhan Shakor, autor de tres goles en lo que va de campeonato.

Shakor, de apenas 17 años, comenzó la fase final como suplente, pero ya se ha convertido en un jugador clave en su selección. El delantero del FC Sulaymaniyah Iraquí no sólo marcó dos goles y transformó el penal decisivo contra la República de Corea en cuartos de final, sino que también firmó la diana de la victoria en la prórroga de octavos de final contra Paraguay (1-0). Hasta la fecha, Hussain Said Muhammad era el único Iraquí que había conseguido materializar tres tantos en una Copa Mundial Sub-20, concretamente, en la edición inaugural de Túnez 1977. En cualquier caso, Shakor no es el único consciente de la trascendencia de sus logros.

Soñar con la final

"Me encantaría estar en Bagdad para vivir toda la fiesta en directo", declaró su técnico Hakeem Shakir en referencia a las escenas de júbilo vividas en la capital iraquí después de vencer al cuadro S
urcoreano. "Es como un carnaval. Hemos hecho algo fantástico para la imagen de nuestro país, y estoy seguro de que toda la experiencia que acumulemos en Turquía nos abrirá muchas puertas a todos", señaló el arquero Mohammed Hameed.

Irak sólo se había clasificado una vez en su historia para las semifinales de una competición FIFA, y fue en el Torneo Olímpico de Fútbol Masculino Atenas 2004. Además, el entramado dirigido por Hakeem Shakir se ha convertido en el primer representante asiático en meterse en las semifinales de la Copa Mundial Sub-20 desde 1999, año el que lo consiguió Japón. Todos estos datos invitan al optimismo de cara a su choque con la Celeste, pero los Iraquíes no quieren ni oír hablar de confianzas.


Saben que la euforia reduce la concentración, por eso intentan alejarla de su cuartel general cada vez que se menciona su enfrentamiento contra Uruguay. "Es uno de los mejores combinados de Sudamérica, si no el mejor. Será un partido complicado, pero estoy absolutamente convencido de que llegaremos a la final", advierte Shakir. 

"No tenemos miedo. Contra la República de Corea marcamos tres goles y demostramos tener el potencial suficiente como para soñar con la final", agregó el defensor Adnan. Sin duda, unas declaraciones que resumen el sentir general de millones de compatriotas. Nunca 1.000 kilómetros fueron tan poco.

No hay comentarios: