Minero y San Simón perdieron la categoría en la Segunda y lo
consecuente es que vuelvan a la Copa Perú en 2016. Mientras debe iniciar su
campaña en la Departamental, el otro debe regularizar su situación -cosa muy
complicada- si es que pretende competir.
A falta de tres fechas para el final de la Segunda se
conocen a dos de los tres equipos (el tercero será el campeón) que no formarán
parte del torneo 2016. Se trata de los descendidos San Simón y Atlético Minero,
equipos que hace no mucho (en 2014 y 2008, respectivamente) tuvieron
experiencia en Primera División.
Como ya es sabido, el cuadro Moqueguano, inmerso en una
terrible crisis económica que derivó en pérdida de puntos y un plantel al
absoluto abandono, fue retirado del torneo a inicios de setiembre. Su último
partido fue de local ante Alianza Universidad (derrota 2-3 por la fecha 14).
Por su parte, el descenso de Minero se consumó el fin de semana último tras su
derrota 3-0 ante Los Caimanes y el posterior 2-1 de Mannucci ante Torino,
resultado que hizo inalcanzables a los carlistas.
A huarochiranos y moqueguanos les espera la Copa Perú.
Mientras a Minero le corresponde iniciar su participación en la Departamental
de Lima, como hiciera Walter Ormeño este año (no en su liga de origen como se
especuló en los últimos días), el panorama de San Simón es complejo.
El equipo colegial debería estrenarse en la Distrital de
Moquegua (a la que volvería luego de tres años) no sin antes regularizar su
situación económica, caso contrario quedaría en el aire; esto último, amén a
los problemas que presentó, con una dirigencia inexistente y que se endeudó más
(quedó debiendo un monto cercano al medio millón de soles), obviamente hacen
pensar que su aventura futbolística es parte de la historia y, como Cobresol,
simplemente es un club en camino a la desaparición. Además, su dirigencia -que
al final quedó solo en manos de Dante Mendoza- podría recibir una sanción por
parte de la Federación.
Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.com