Mundial Sub 17 Emiratos Arabes Unidos

En la primera fase, dos selecciones lograron el pleno de puntos al ganar sus tres partidos: Brasil y Japón. La primera, con un espectacular despliegue ofensivo; la segunda, con un estilo más sobrio, pero igual de efectivo. Y es que aunque el fútbol sea ante todo espectáculo, por definición se trata de un deporte colectivo, y el seleccionador nipón, Hirofumi Yoshitake, ha llevado ese aspecto hasta el extremo.

El combinado asiático es el único equipo que se ha plantado en la segunda fase habiendo hecho jugar a toda su plantilla. Y su técnico no esperó a tener asegurada la clasificación para hacerla rotar… “Es mi política desde hace muchos años”, explicó en una entrevista concedida a FIFA.com. “Las rotaciones forman parte de mi sistema, y pienso que es más arriesgado utilizar siempre a los mismos jugadores que cambiarlos a menudo. Preparo a mi equipo para que todo el mundo puedan jugar juntos, y no tengo un capitán predefinido. Todo el mundo puede llevar el brazalete”, prosiguió Yoshitake, quien, en el último partido contra Túnez, no dudó en confiar esa responsabilidad a Mizuki Hayashi… ¡el tercer portero!

Maestros y alumnos

Así pues, este antiguo profesor de matemáticas ofrece una total igualdad de oportunidades a sus discípulos. Aunque generoso, eso no quita que también sea exigente, incluso habiendo tenido éxito: “Creo que hemos cometido muchos errores; pero el fútbol es un deporte de errores. Mi trabajo consiste en limitar su cantidad. Mi método se basa en preparar a todos mis jugadores de forma idéntica, y luego hacer jugar a los que estén en mejores condiciones. Doy prioridad a la forma del momento antes que al caché de fulano o de mengano”. Y el Maestro Yoshitake conoce a sus chicos de memoria, con la inestimable ayuda de su anterior ocupación: “Mis alumnos eran adolescentes de entre 14 y 16 años de edad. Esa experiencia me sirvió para comprender mejor a esta generación y su mentalidad; saber cómo piensan, lo que quieren y lo que les gusta”.

Los 21 jugadores presentes en Emiratos Árabes Unidos proceden de un grupo inicial de 200 jóvenes, supervisados y seleccionados a medida que transcurría la aventura clasificatoria según criterios muy precisos: “Por supuesto, las aptitudes físicas y las técnicas son determinantes. Pero lo que busco ante todo son las cualidades mentales. He seleccionado jugadores en los que podía confiar, con una buena mentalidad y un verdadero espíritu de equipo. Concedo mucha importancia a la disciplina, y quiero que cada uno pueda contar con sus compañeros, ¡estando dispuesto a dar la vida si hace falta! (risas)”.

Para elaborar su filosofía, Yoshitake también tiene sus maestros: “El equipo que más me ha inspirado es la selección holandesa de los años 70, la de Johan Cruyff. También he aprendido muchas cosas observando lo que hace el Barcelona. Es una referencia para mucha gente, pero a mí lo que me interesa esencialmente es su sistema educativo, esa forma que tiene de inculcar sus principios de juego a todas las categorías de edad”, apostilló.

Las lecciones del pasado

El técnico nipón también sacó lecciones de su primera experiencia en la Copa Mundial Sub-17 de la FIFA México 2011: “La principal enseñanza para mí fue que nuestro fútbol todavía no era lo bastante fuerte para rivalizar con las selecciones de talla mundial. Considero que hoy sigue siendo así, pero ahora sé que, sea cual sea la fortaleza de los equipos grandes, siempre tienen algún punto débil. Tratan de esconderlos, y elaboran estrategias para poner de relieve sus puntos fuertes. Eso es también lo que intentamos hacer nosotros”, explicó.

Yoshitake ha tenido tiempo de estudiar meticulosamente a sus rivales potenciales: “Me han impresionado las selecciones africanas, que tienen jugadores potentes y rápidos. Tengo curiosidad por ver cómo podría funcionar nuestro fútbol contra Nigeria o Costa de Marfil. Brasil también es muy fuerte y muy técnico y, como hace dos años perdimos 3-2 contra ellos en cuartos de final, sería muy interesante medirnos a ellos para ver los progresos que hemos hecho desde entonces”.

Para disputar una revancha contra los potentes sudamericanos, Yoshitake y sus jugadores deberán alcanzar la final, que precisamente es lo que ambicionan en este campeonato. Para ello, primero habrá que deshacerse de Suecia en octavos, este lunes 28 de octubre en Sharjah.