Hace algunos
días de confirmó que Sportivo Huracán no seguirá participando en el Torneo de
Ascenso debido al déficit que dejó su participación en la temporada 2013, la
cual fue solventada en gran parte por el ex presidente del club Pablo Carpio y
que económicamente se hizo insostenible; generando incluso que hasta el día de
hoy mantengan deudas con el plantel 2013.
Así las
cosas (y ya que el sistema lo permite) los socios del cuadro pampillano optaron
porque el equipo regrese a Copa Perú y de esta forma buscar una recuperación
económica que permita sanear la deuda con la Agremiación.
Si bien la
decisión resulta polémica ya que permite que un equipo tire la toalla y aún así
tenga la opción de integrarse a un torneo más barato y que también otorga un
cupo a primera (una vez más culpa del sistema que se lo permite, gracias Manuel
Burga) esta era a su vez la opción más lógica, teniendo en cuenta que el club
en ningún momento ha buscado desentenderse de sus deudas y ha conseguido llegar
a un acuerdo con la mayoría de jugadores a quienes les debe para cancelarles
hasta el último céntimo.
Criticar la
decisión del cuadro pampillano de dejar la Segunda resulta absurdo pues aquí lo
que se trata es salvar del colapso a un equipo histórico, de gran arraigo en el
pueblo arequipeño y protagonista de clásicos memorables ante clubes como FBC
Aurora y White Star.
Reitero una
vez más que la culpa nos de los directivos y socios del club, sino de esa
visión "burguista" del sistema de ascensos en el Perú que tiene la
FPF y que tanto daño le hace a nuestro fútbol permitiendo que existan 2 caminos
para llegar a Primera; algo que sin lugar a dudas carece de toda lógica e
impide la profesionalización de una Segunda División que permita ser la base
para la Primera.
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