La Educación Física se define ante todo como una pedagogía y por tanto
una educación del movimiento y de las estructuras motrices que lo hacen
posible, utilizando para ello, como nos explica J. Le Boulch, el propio
movimiento.
Si nos atenemos al concepto de tecnología que nos presenta M. Bunge
vemos que el conocimiento es, principalmente, un medio que hay que utilizar para
alcanzar determinados fines prácticos.
El objetivo de la tecnología es la acción con éxito y no el
conocimiento explicativo y puro mas propio de la ciencia.
Mientras que la predicción científica dice lo que ocurrirá o puede
ocurrir si se cumplen determinadas circunstancias, la previsión tecnológica
sugiere como influir en las circunstancias para poder producir ciertos hechos o
evitarlos.
El tecnólogo una vez escogido el objetivo, busca e indica los
medios adecuados, establece una relación medios fin y prevea el resultado final
del proceso.
La ciencia explica las leyes que rigen el mundo, la naturaleza y el
hombre, leyes que si son ciertas y verdaderas son finalísticas en el sentido
que pertenecen a sistemas cerrados.
La tecnología utiliza el conocimiento de
estos enunciados y leyes ya explicadas por la ciencias puras para actuar, en un
sentido u otro, en sistemas abiertos. La tecnología o ciencia aplicada se
define por el campo de intervención o actuación y las ciencias por los objetos
materiales y formales que estudian.
Desde esta perspectiva la Educación Física, por ser intervención
formativa sobre la motricidad y el movimiento humano, no puede concebirse sólo
como conocimiento puro sino como un complejo entramado de conocimientos
aplicables a la educación y a la formación del hombre por medio de la propia
actividad motriz y, por tanto, debiera de catalogarse como tecnología
educativa.
Es preciso destacar que para este estudio podemos utilizar
indistintamente los conceptos di motricidad, movimiento y actividades físicas por
entender que son maneras distintas de interpretar distintos niveles
organizativos del mismo fenómeno.
Lo primeramente observable y, por tanto, factible de objetivarse, una
de las máximas aspiraciones del conocimiento científico, es e! movimiento como manifestación
empírica y fenomenológica que es percibida directamente por los sentidos y por
tanto susceptible de descripción.
Cuando nos preguntamos y buscamos las causas que hacen posible que el
ser humano se mueva de manera invariable e indistinta, independientemente de
épocas y lugares, es cuando se puede utilizar el concepto de motricidad,
entendido como el conjunto de todas las estructuras y funciones motrices.

Según J.
Monod las actividades humanas responden siempre a una determinada teleonomía,
bien natural, bien cultural. Es esta última dimensión, la cultural, lo que hace
posible desplazar los conceptos de motricidad y movimiento por otro de índole
más contextual, el de actividades físicas.
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