A primer
golpe de vista el coliseo Arequipa luce espectacular. Sin embargo, presentó deficiencias
durante el desarrollo de la reinauguración que se realizó el sábado por la
mañana.
Tuvieron que
transcurrir aproximadamente dos años para la reapertura del añejo coloso. El
campo de juego (no cumple con las medidas reglamentarias para partidos de nivel
internacional), las butacas, el sistema eléctrico, las videocámaras de
seguridad, el cobertor, el frontis lucen de maravilla.
Pero más
allá de la fastuosidad de la ceremonia que tuvo el colorido y alegría que
regaló la inauguración de los Juegos Codecoa 2016, los más de 9 millones de
soles que desembolsó la Municipalidad Provincial de Arequipa no justificarían
el producto final de una obra que genera dudas por la calidad de sus acabados.
Bastó unas
horas para que literalmente colapsaran los servicios higiénicos ante la gran
afluencia de personas que pusieron a prueba las instalaciones sanitarias, una
de las principales tareas que llevó a cabo el Consorcio Juan Pablo II que a
rajatabla culminó una labor que tuvo que entregar en diciembre de 2014.
A esto hay
que sumar que en ningún momento la comuna mistiana realizó pruebas en vacío
para comprobar la calidad de la obra. Es más, las lluvias que azotaron a
Arequipa hace algunas semanas habría dejado al descubierto filtraciones en el
cobertor que -según funcionarios del municipio y el propio alcalde- es de
última generación y resistente a cualquier condición climatológica.
Sin embargo,
estas observaciones son al parecer la punta de un iceberg que agudizaría la
tensa relación entre la Municipalidad Provincial de Arequipa y el Instituto
Peruano del Deporte, dueño del escenario deportivo en cuestión.
Durante su
discurso el acalde provincial de Arequipa, Alfredo Zegarra Tejada,
responsabilizó directamente al IPD de ser el causante de la demora de los
trabajos, tildándolos de burocráticos y deudores, debido a que hasta la fecha
el ente que rige el deporte peruano no cumple con depositar los 800 mil soles
que forma parte de la inversión que realizó la Municipalidad.
Estos duros
calificativos habrían incomodado a Carlos Negri Ramírez, Jefe de Coordinación
Nacional del IPD, quien visiblemente molesto decidió retirarse de la ceremonia
a raíz de las palabras del burgomaestre y especialmente porque no se cumplió
con entregar oficialmente el coliseo al IPD.
En pocas
palabras, el futuro de un escenario que pretende administrar la municipalidad,
pero que está sujeta a la decisión que vayan a tomar los altos funcionarios del
IPD en Lima, está en suspenso.
Fuente: Los Deportivos Arequipa
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